6.10.06

ISRAEL ES UN ESTADO RACISTA Y MILITARISTA

La ‘excusa’ esgrimida en esta ocasión fue el ‘secuestro’ de dos soldados israelíes que se pretendían liberar. Para ello, a mediados de julio el ejército israelí ocupó el sur de Líbano, extendiendo una brutal destrucción por todo el país de carreteras, puentes, centrales eléctricas, aeropuertos, sedes gubernamentales, hospitales, universidades, empresas, presas... además de arrasar ciudades y pueblos enteros. En otras ocasiones, Israel y las milicias libanesas realizaban un intercambio de prisioneros. En julio, Israel optó por ocupar el sur de Líbano y destruir sus fuentes de riqueza y subsistencia. ¿Por qué?

En la prensa occidental, se apoyó a Israel y su ‘derecho a la defensa’ ante las ‘agresiones’ de los islamistas de Hezbolá. Lo que la prensa cayó es que Israel lleva décadas ocupando militarmente parte del territorio de Líbano, apropiándose de fértiles valles y de importantes pozos de agua, que no pueden usar los campesinos libaneses. Lo que la prensa occidental cayó es que durante décadas comandos isralíes entran ilegalmente en Líbano y secuestran a libaneses, llevándolos a cárceles de Israel donde algunos llevan años sin juicios, sin acusaciones formales, sin derecho a abogados, sin permitir visitas familiares. ¡Como en Guantánamo! Secuestrados en Israel que ni confirma ni desmiente que estén en su poder, por si un día los quiere hacer ‘desaparecer’.

No es la primera vez que Israel invade Líbano. Desde su creación en 1948 Israel, con apoyo de EEUU, Inglaterra... intenta convertir a Líbano en un Estado Cristiano aliado del Estado Judío. Sería, según ellos, un segundo enclave de la civilización occidental contra los árabes y musulmanes. Todos intentos fracasados.

Tras la invasión de Afganistán e Irak y la pretensión estadounidense de ‘crear un nuevo Oriente Próximo’, Israel y EEUU consiguen que la ONU inicie de nuevo medidas para desplazar a los partidos árabes del poder político de Líbano y frenar el control sirio. EEUU e Israel, fortalecidos por estos éxitos, planifican ‘reorganizar’ Líbano según las ideas de Bush. La familia Hariri, al frente de los financieros y empresarios ‘cristianos’, son aupados de nuevo al poder político. Asesinado en un atentado, los planes de EEUU e Israel se truncan. Entonces deciden la invasión militar, como se ha sabido después. Israel será brazo ejecutor. Sus comandos inician incursiones preparatorias en territorio libanés, hasta que un comando es descubierto y dos de sus miembros son retenidos por las milicias de Hezbolá. Fue la señal para iniciar la invasión. Israel pretendía destruir toda resistencia árabe y palestina y situar de nuevo a sus ‘aliados cristianos’ en el poder, formalizando luego una ‘asociación’. Con su ejército rearmado por EEUU pensaba que nada se opondría en su camino. Pero la resistencia social y militar árabe, organizada sobre todo por Hezbolá, hizo fracasar sus planes. Cuanto mayor resistencia ofrecían, mayor destrucción realizó el ejército de Israel, quien incapaz de vencer a la milicia de Hezbolá se vengó destruyendo a poblaciones indefensas y las infraestructuras del país. Si no imponemos el dominio de los ‘cristianos’, decidió Israel, al menos arruinaremos un Líbano de mayoría árabe.

Líbano siempre fue un peligro para Israel. Durante décadas, Líbano fue un estado laico en el que convivían diferentes etnias y religiones. Israel nació negando esta posibilidad. Israel se proclamó un Estado exclusivo para la raza judía. Se constituyó en territorio palestino, siendo éstos expropiados y expulsados por la fuerza, y si pretenden volver a sus tierras serían detenidos. Los pocos palestinos que permanecieron en Israel son ciudadanos de ‘segunda’, sin derechos. En cambio, cualquier persona ajena a esta zona si afirma poseer ‘sangre judía’, será reconocido como ‘ciudadano’ y le facilitarán tierras, trabajo y recibirá subvenciones. Israel es un Estado racista; racista y militarizado, pues sus gobernantes son mayoritariamente generales y coroneles recién retirados. El núcleo vertebral de la sociedad israelí no son las organizaciones civiles y políticas, ni el Parlamento; el centro es el ejército, cuyos jefes luego dirigen el país.

La prensa afirma que Israel es la única ‘democracia’ de Oriente Medio para incitarnos a simpatizar con ellos y ocultar su realidad. Israel es un Estado racista y militarista, expansionista y agresor, por ello no permite ni permitirá que surja un Estado Palestino, por mucha resolución de la ONU que lo proclame. Nunca existirán dos Estados. Mientras exista Israel jamás existirá Palestina.

EEUU y los gobiernos europeos apoyan al Estado racista de Israel, y le subvencionan generosamente, porque defiende los ‘intereses occidentales’ en la región, siendo el principal impedir que resurjan movilizaciones y organizaciones árabes laicas que reclamen el derecho a disponer y beneficiarse de sus riquezas. No en vano Oriente Medio fue, y todavía es, el centro de la producción mundial del petróleo. Garantizar que la riqueza petrolífera queda en manos de las multinacionales occidentales es la razón que llevó a crear Israel. Por eso se le permite que cometa todo tipo de atrocidades contra los palestinos y contra los países árabes de la zona. Por eso nunca cumple ni cumplirá las resoluciones de la ONU. Por eso jamás habrá un Estado Palestino. Mejor sería que todos los que fueron allí asentados en los último años por ‘derecho de sangre’ retornaran a sus países de origen, que vuelvan los palestinos expulsados de sus tierras recuperen sus derechos, y todos juntos convivan en una Palestina democrática, laica y plural. Cuando menos, que no existan ciudadanos de primera o segunda según su sangre y su etnia.

Gus

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